Estamos llegando a nuestro primer mes
Gaspar va creciendo super rápido. Ahora pasa más tiempo despierto, se ve más atento y su vista ya se nota más desarrollada. Hasta su cuellito parece más firme.
Las siestas con su papá son uno de sus momentos más placenteros. Pero para la madre es sólo una preocupación: si el papá se queda dormido, el porrazo que se daría Gaspar si cae del futón, está a solo un pequeño movimiento.
Aunque debo reconocer que después de las papas, especialmente la de muy temprano en la mañana, yo también caigo en la tentación y duermo un ratito con el Gaspar...sirve para aplacar la irresponsabilidad considerar que la cama es más ancha que el futón...mala excusa, las guaguas no deben dormir en la cama ni en sillones.
Como padres bien aplicados, Gaspar pasa un rato cada día de guatita en su gimnasio ejercitando los músculos que lo van a ayudar a gatear...funciona sólo unos minutos. Después de moverse un rato, reclamar para que lo den vuelta sin éxito, corta por lo sano y se dispone a disfrutar de una rica siesta.
Cuando se escucha decir que "las guaguas crecen tan rápido", aunque suene exagerado es cierto, y los cambios a veces toman unos pocos días. Un día Gaspar despertó cachetón. Al otro, sus piernas estaban gordas...en cosa de horas, se transformó!
Pero hay cosas que no cambian tan rápido, como el más profundo rechazo a que le cambien pañales. Con la manito en la boca, quejándose amargamente y soltando de vez en cuando un grito, deja clarito que, entre otras cosas, él es muy pudoroso
Y entre las cosas que le encanta, está el baño semanal
Y regalonear con la tía Daren