Muchas cosas han pasado durante el último mes y medio...

Llegó la primavera, florecieron los árboles y fuimos al parque por primera vez.




Y Gaspar se columpió, también por primera vez.

Y salió el sol e hizo calor, así que estrenó short, polera y protector solar... Y se ganó muchos piropos a propósito de sus piernas. Pero el sólo tiene ojos para su mami.

¡Juguetes nuevos! ¡Muchas gracias, tía Daren!

Los pajaritos que cantan le gustan mucho...

Lo vinieron a visitar su abuelita...




...y su tía abuelita Lola.

El último baño con la hamaca de la tina puesta. Ya está muy grande y, como se puede sentar solo, se puede caer así que es peligroso.

Aprendió a morderse su patita... y le gusta mucho.

Fuimos al Museo de Niños y lo pasó muy bien... acá sumergido en la lectura...




...y almorzando en el mismo museo...





...y jugando en la sala para bebés...




Lo pasó tan, pero tan bien, que se saltó la siesta. Estaba tan agotado que, cuando se subió al auto de vuelta a la casa lloró mucho de puro cansado. Cuando finalmente paró de llorar para tomar aliento, se quedó dormido de inmediato.

Con esto que ya está comiendo, los baberos lo están pasando mal (y la ropa, y la mesa y... bueno, no es de los más desordenados comiendo, en cualquier caso).

Su primer baño en la tina grande... ¡Libre para chapotear como a él le gusta!

Jugando con su amigo Ilan Hojman.




No suelta sus pajaritos cantores ni por nada.

¡Ahí están sus dientes! El primero le salió justo el día que cumplió los cinco meses. Son filudísimos y le encanta demostrarlo mordiendo cuanto dedo desprevenido agarra al pasar...

¡A la Playa! Otra vez con su amigo Ilan, en Gloucester.




Y con la mamá...




...y con el papá.

¡Uf! ¡Tantas cosas que han pasado! Tiene derecho a descansar un ratito.